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Bueno, por fin encuentro un ratito para contaros detalles sobre el cumpleaños del peque y la sesión de fotos Smash the cake.

Para los que no les suene lo de “smash the cake”, es una sesión de fotos que se les hace a los peques, por su cumpleaños, en la que se les pone delante una tarta y se les deja hacer con ella lo que quieran, es decir, desastres 😛

Yo ya tenía claro que en Pinterest se ve todo muy bonito, pero la realidad seguro que iba a ser diferente, y no me equivoqué. Para empezar, el montar el fondo para las fotos, hacer la tarta, y todo eso con un pequeñín revoloteando y queriendo tocarlo todo, no es fácil. Es más, fue bastante estresante, porque además quería tenerlo todo listo para cuando se despertara de la siesta, así que fue todo corriendo.

Luego, cuando ya teníamos todo preparado, y sentamos al peque delante de la tarta, no quería ni tocarla! La tocó un poco y se puso a llorar, así que nada, lo saqué y lo dejé un ratito. Cuando ví que estaba tranquilo, lo pusimos otra vez, y entonces ya pudimos hacer varias fotos. Pero no aguantó ni 5 minutos, evidentemente, así que de unas 100 fotos salieron bien 5! Peeeero, valió la pena!!! Porque las que salieron me encantaron y serán un bonito recuerdo. Lástima que no os pueda enseñar la carita del peque (ya sabéis que no me gusta subir fotos en las que se le vea la cara), pero os aseguro que está para comérselo!!!

Ahora os cuento sobre el cumpleaños. Mi idea en un principio era hacer una merienda en casa, con los abuelos y tíos, pero al final nos liamos y acabamos alquilando un local con un parque de bolas para los niños, y unas 50 personas! Lo que significó otro día bastante estresante para mí, porque no me van mucho estos líos, pero que al final salió genial! Y los peques se lo pasaron muy bien. Lo malo es que no hice apenas fotos! Menos mal que el abuelo llevó su cámara.

De comida pusimos:

– Pizza, que hice yo ese mismo día.

– Tequeños, que llevó la abuela. Los tequeños son típicos venezolanos, y son como unos palitos de queso enrollado en masa y fritos. Están de muerte! Tengo que pedirle la receta a mi madre.

– Empanada, que llevó la tía.

– Tortilla de patatas, que llevó la otra abuela. Una la hizo con menos sal que el resto, para su nieto.

– Bocadillos de carne de lomo de cerdo en salsa, que llevó la tía abuela.

Como véis, es todo comida hecha en casa, y que con un año ya pueden comerlas los peques perfectamente. Para los niños llevé los típicos conos con algo de chucherías. Un cumpleaños es un cumpleaños!!

Además, en vez de tener una sola tarta, hicimos varias.

– La tarta de cumpleaños, sin azúcar, de la que ya os compartí la receta. De ésta fue la que comió el peque. Las demás eran para los mayores.

– Dos bizcochos de chocolate. Hechos por mí.

– Una tarta de tres chocolates. Hecha por el tío.

– Una tarta de manzana. Hecha por la abuela.

– Un quesillo. Hecho por el abuelo.

Las pusimos todas en una mesa, y una vez cantamos cumpleaños, las cortamos todas en porciones y cada uno se iba sirviendo de la que prefería. Lo gracioso era que la gente me decía que la que más les había gustado era la que no llevaba azúcar!! 😀

El peque comió de su tarta con unas ganas!!